Mireia R.

Tras unos meses contigo, ahora estoy queriéndome y valorándome más cada día. Muy contenta. Hiciste un buen trabajo. Me abriste los ojos y me has ayudado muchísimo a descubrir que dentro de mí había cosas muy buenas y que solo tengo que creérmelas y mostrarlas.

Sé que puedo contar contigo si lo vuelvo a necesitar.

Ahora me cuido mucho, hago ejercicio, tengo una dieta saludable, estoy más segura de mí misma y con muchos miedos superados.

Nuria, eres un encanto. Sigue ayudando a gente como yo que no sabe encontrar lo que tiene dentro. ¡Un abrazo muy grande!

Iris Almendra

Trabajar con Nuria ha sido de una inmensa ayuda para dar un salto a una nueva etapa en un momento en el que estaba estancada y no encontraba la salida en mi relación de pareja.

Me acompañó y ayudó a mirar muy dentro de mí y lo hizo con cariño y delicadeza, con comprensión y apertura.

Ha sido muy fácil, ameno, inspirador e interesante trabajar con ella.

Muchas gracias Nuria por caminar junto a mí cuando me hacía falta, por ayudarme a crecer, por tu buen trabajo y por dejarme herramientas para seguir avanzando.

Mikel G.

Hace un año tuve una muy mala época, donde parecía que todos mis problemas se habían puesto de acuerdo para juntarse en el tiempo.

Recuerdo que por mucho esfuerzo que hiciera mi cabeza no era capaz de salir de aquel hoyo en el que me sentía.

Para mí fue una experiencia brutal, de la que aprendí a conocerme y a ver las cosas de otra manera.

A día de hoy, sigo recordando sus consejos o las cosas que me hizo ver por mi mismo y la verdad que no dudaría en repetir, ya que, como muchas veces le decía a Nuria, todos tenemos problemas pero solo algunos queremos solucionarlos.

¡Gracias Nuria, gracias por todo!

Eva C.

Siento que después de las sesiones contigo he ido viviendo y gestionando las cosas que me han ido pasando en el día a día de una mejor manera.

En este tiempo me he dado cuenta de cuántas herramientas me has dado y de lo mucho que me han ayudado en momentos complicados.

Ya no juzgo tanto.

Me siento más tranquila y no siento esa necesidad de llorar o de explotar, pues voy diciendo aquello que me molesta sin acumularlo.

¡Muchas gracias por todo lo que me has enseñado hasta ahora y lo que seguiré aprendiendo contigo!